Tras cuatro ediciones de ARTIM, la Asociación Ábrego, promotora del encuentro, ha decidido poner un punto a este Encuentro Internacional de Agroecología y Tradiciones Rurales que bajo su lema “Todo lo cría la tierra”, pretende encontrar alternativas a la actual realidad de los pueblos y a los modelos de desarrollo insostenibles. El futuro dirá si es un punto y seguido, un punto y aparte o un punto y final.
Tras ARTIM 2017 y tras la correspondiente evaluación exhaustiva, un largo periodo de reflexión, infinitos debates, asambleas y luchas entre la razón y el corazón de lxs organizadorxs, se ha llegado a conclusiones claras que marcan este punto en el que nos encontramos, y que aquí queremos exponeros, pues sois parte fundamental de este proyecto.
ARTIM nació hace cuatro años con una misión y filosofía claras: dar voz a los pueblos y poner de manifiesto sus necesidades y posibilidades, reforzar los lazos y puentes entre el mundo urbano y el rural, crear redes entre personas y colectivos con un sueño común, fomentar la autogestión y la autosuficiencia, promover el consumo consciente y la sostenibilidad, retomar la conexión con la naturaleza, reconectar con nuestras raíces… En definitiva, crear una comunidad que pudiera crecer y propagar una semilla de cambio cargada de valores, ideas, energía y optimismo.
Como todo evento que cobra buena crítica a lo largo de su vida, ARTIM creció, y creció tan rápido que casi no nos dimos cuenta. Y como casi cualquier evento que crece demasiado, perdió en el camino parte de su esencia. Y ARTIM, sin su filosofía tomando las riendas, se convierte en un producto, en un festival más, en algo que no comulga con el proyecto inicial y que, de momento, no queremos continuar.
Cada año, la organización de ARTIM supone unos gastos de más de 60.000 €, cuantía que, para una pequeña asociación como es Ábrego, es muy complicado conseguir. No queda más remedio que lidiar con los tediosos procesos para conseguir ayudas públicas y privadas y así abaratar los costes de la inscripción de los participantes… y este trabajo nos quita mucho tiempo que podríamos dedicar a otros menesteres más provechosos y con mayor impacto, que nos realicen más como colectivo. No obstante, agradecemos a las instituciones que han apoyado económicamente el proyecto desde el principio e instamos a organismos públicos y privados a colaborar en mayor grado con este tipo de iniciativas, y a agilizar los mecanismos de concesión de ayudas, pues la transformación positiva de la realidad es cosa de todos y todas.
Le hemos dado muchas vueltas a todo esto y hemos puesto sobre la mesa todas las soluciones que se nos han ocurrido, a nosotrxs y a quienes nos rodean. Nos hemos planteado volver a los orígenes, cambiar el formato del evento, subsanar los errores detectados y organizar una edición en 2018 que fuera coherente con la filosofía inicial del proyecto y corrigiera los aspectos que no nos convencen a día de hoy.
Sin embargo, nos encontramos también con otro problema importante, que requiere de una solución que aún no hemos encontrado. La organización de ARTIM ha requerido el trabajo altruista y el altísimo nivel de compromiso de 10 personas (y la colaboración de cientos) desde que nació hace ya 5 años, hasta hoy. Estas personas lo hemos dado todo por ARTIM, compaginando difícilmente la infinidad de tareas que requiere el proyecto con nuestras vidas, en las que hemos sacrificado todo lo que estábamos dispuestxs.
En definitiva, las personas que organizamos ARTIM somos pocas, y no hemos encontrado relevos con el compromiso que requiere este proyecto. Lxs organizadorxs estamos agotadxs y ya no podemos seguir este ritmo.
Por todo lo descrito anteriormente nos encontramos en este punto, pero también hay un sinfín de aspectos muy positivos que nos hacen cada día sentirnos agradecidos y orgullosos de lo que este evento ha supuesto. Estamos orgullosxs de todo lo andado hasta el día de hoy.
-Orgullosxs de haber llenado de vida Espinosa de los Monteros, y agradecidos a sus gentes, que nos tratan de fábula.
De la gran red, de las nuevas amistades y de la gran comunidad creada y que sigue creciendo. De las semillas que viajan y germinan en un raudal de lugares, y de los proyectos emergentes y todo lo que estamos compartiendo. De la transformación positiva de cada unx de nosotrxs y del común, y del importante intercambio cultural y formativo que experimentamos día a día.
-Orgullosxs de toda esa gente que arriman el hombro, de aquellxs que han creído en este proyecto y lo han luchado contra viento y marea, de todos esos voluntarixs, ponentes, grupos, artistas, etc. que nos han acompañado y nos han regalado su arte y saberes, pues sin todxs ellxs nada de esto hubiera sido posible.
-Orgullosxs de seguir peleándolo, de haber conseguido lo que continuamente nos dicen que es imposible: tomar el control de nuestras vidas, de nuestro ocio, nuestro consumo y nuestra cultura.
-Y, por supuesto, estamos muy orgullosxs y agradecidos a todxs los que formáis parte de esta comunidad, compartiendo vuestro ser con todos y todas. A los que habéis sudado (a pesar del fresco) alguna noche de julio a nuestro lado, bailando, cantando, disfrutando.
Este comunicado se nos queda corto para agradecer a todas las personas que habéis hecho del ARTIM un encuentro único, pero el concepto ARTIM no desaparece si no que se reformula, se reconvierte y se transforma en otras acciones y actividades que pretenden dar respuesta a los mismos objetivos y sueños. Es labor de todxs que este espíritu no muera y continuar su legado. Por nuestra parte no pensamos parar nunca. Seguimos trabajando en otros proyectos y acciones. Podéis visitarnos en nuestra sede, nuestra «embajada» de los pueblos en la ciudad, en la calle Rey Don Pedro, nº 60, Burgos.
Estamos preparando algo muy grande para este verano con la misma ilusión y cariño con la que empezamos ARTIM en su momento, por lo que estamos segurxs de que os va a encantar.
¡¡Nos vemos en el pueblo!!