Desde la Asociación Ábrego estamos muy contentos con la acogida que ha tenido esta actividad. Ello nos da fuerzas para seguir trabajando en nuestro objetivo de lograr una sociedad que mire al mundo rural y sus gentes desde una perspectiva abierta, entendiendo que el cambio global pasa por lograr un desarrollo local respetuoso con el medioambiente y culturas vernáculas.
Así, el pasado sábado día 14 de octubre nos reunimos en el Valle de Valdivielso un grupo cercano a las 50 personas procedentes de orígenes tan distintos como Aragón, Extremadura o gentes del propio valle. Personas de campo y personas de ciudad. Jóvenes, niñ@s y abuelos. Un grupo humano que tenía como interés común el de pasar una jornada de campo aprendiendo de gentes del territorio, eliminar prejuicios, y comprobar que hay otros modelos de convivencia entre medio natural y actividad humana.
Por ello, queremos agradecer a todas las personas que se acercaron a Toba de Valdivielso a participar de esta actividad formativa y pasar el día con todos nosotros. Desde la Asociación hacemos un balance más que positivo de una jornada, y aunque lamentamos no haber podido dar cabida a todos/aquellos que quisieron sumarse a última hora, desde ya anunciamos que nuestra intención es la de volver a repetir la iniciativa en años venideros.
Y en especial, queremos hacer un agradecimiento a las personas que hicieron posible la celebración de la jornada:
- Gracias a Juan Ángel, por hacernos entender que los lobos no son una especie más de nuestros ecosistemas, y que su figura de “predadores apicales” y “especies clave” es esencial para el equilibrio de nuestros ecosistemas.
- Gracias a Isabel, por coordinar un proyecto como es el de “Vivir con Lobos”, que ha conseguido poner en común a dos realidades teóricamente enfrentadas.
- Y sobre todo, gracias a Leandro Valle y a sus hermanos por abrirnos las puertas de su explotación y dejarnos compartir una jornada de pastoreo con ellos. La formación cobra mucho más sentido cuando la imparten personas que están en el terreno. Tu s conocimientos sobre pastoreo y gestión sostenible de una explotación no se aprenden con libros de texto.
Por último, agradecer a todas las gentes del Valle y alrededores que nos ayudaron a hacer más llevadera la jornada con sus estupendos productos naturales y de cercanía. Gracias a María por hacernos esas tortillas tan ricas y amarillas que delataban la procedencia de los huevos, a Toño por sus tomates con sabor a tomate y a los Pinines por sus pimientos. Las verduras de Sankara, el queso de la quesería Los Altos (Dobro), el chorizo de La Serrana (Puente Arenas) y el pan de Quintana también estaban de muerte. Al Valle solo le falta tener buen vino.
Por último, queremos hacer saber que el material con la información de la jornada -aportado por los ponentes y entregado a todos los asistentes- está disponible para todo aquél que quiera contar con él y no pudo asistir a la actividad.
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